Saturday, September 22, 2012

El Niño de 80 Años


No hay caso, asi soy.  Está en mi DNA.  Amo a los niños.  Mayormente debido a mi pequeño y constante compañero, Felipe, Dios me ha dado el privilegio de ministrarles frecuentemente, tanto aquí en EEUU como en la Argentina.  Sus tiernos corazones fácilmente escogen el camino de Jesus... completo con una jornada gloriosa de vida.  Y Jesús les espera en la linea de llegada!  
 
Los últimos dos miércoles por la noche me invitaron a la Iglesia de la Comunidad Sequoyah de Oakland, con el Pastor David Beiser y su pastora de niños Shawana Myhre.
 
Escogí el tema:"Jesús, la luz del mundo".  Mi talentosa nieta Michelle (17 anos), preparó un diseño gráfico para nuestro escenario con nuestro tema.

Yo hice una antorcha usando una linterna y unos papeles de colores, y les permití que tomaran turnos llevando la antorcha guiando el desfile dando vueltas al cuarto, cantando: "Llevaremos la antorcha, levantaremos en alto la llama, caminaremos por la oscuridad llevando la luz de Su Nombre, hasta que la gloria de Dios se pueda ver en todo el mundo, llevaremos la antorcha del Señor". (Haga click en la foto para ver el niño al fondo llevando la antorcha.)

 
En mi segundo viaje a Oakland este miércoles pasado, me enamoré aún más de estos entusiastas portadores de antorchas.  Dios está preparando algunos de ellos para un ministerio futuro. El muchachito que lleva la antorcha en esta foto ya me ha declarado que Dios lo ha llamado a predicar!

 
El jueves de la semana pasada también tuve el gusto de ministrar en la Escuela Primaria Cristiana Capital en Sacramento con varios cientos de ninos, (foto).  

Fíjense en este precioso equipo de adoración.

La Vice-Directora, Wanda Hynson, sostiene la valija de Felipe.  Ella me ha invitado varias veces en los últimos años para ministrar en esta escuela.





En esta última foto les estoy predicando a los niños en la escuela.  Parece que me voy a largar a volar, pero no todavía.  Vuelo para la Argentina el 3 de octubre, (llegando el 4°) Dios mediante, y de nuevo me largo a una nueva aventura.  

 
Gracias Jesús, por estos privilegios, y por la vitalidad de poder disfrutarlos en pleno!

Rafael.