El
sábado pasado me invitaron a ministrar en una iglesia en las afueras de Buenos
Aires. La sección con varias iglesias estaba celebrando un énfasis de
Misiones Mundiales con el tema "Concentrando nuestra Visión en la
Misión".
Samuel
Andrade, un misionero argentino que sirvió por muchos años con su esposa y su
familia en Cabo Verde, cerca de la costa en África, ahora está enseñando
en el Instituto Bíblico Río de la Plata (IBRP) mientras que al mismo tiempo
trabaja para el Departamento Argentino de Misiones Mundiales preparando nuevos
candidatos para misiones mundiales. Los misioneros Brad y Rhonda Walz y
su equipo, en conjunto con el IBRP han desarrollado un programa nacional de
Misiones Mundiales, que no tiene igual. Cada joven o adulto argentino que
siente un llamado a misiones y es recomendado por su pastor, puede comenzar con
un serio programa de preparación llamado "Misioneros en Potencia.”
Este curso tiene serios requisitos, incluso estudios en el Instituto
Bíblico. Se les ofrece una variedad de posibilidades para cumplir con
estos requisitos. El hermano Andrade enseña un curso de un año de duración
llamado "Escuela de Misioneros en Formación" en el IBRP. Todo
esto y más aún se les ofrece antes de aprobarlos oficialmente y asignarlos a
algún campo misionero. El sábado pasado el Rev. Andrade nos desafió y nos
animó por medio de un taller desde las 18 a las 20 horas. Después de este
taller todos supieron cómo responder a ese desafío de Nuestro Maestro:
"Id".
Después
de este taller se me introdujo como el predicador para esa noche. Como de
costumbre llamé a los niños primero. Luego permití a los niños que acariciaran
a "Perfume" (uno por vez), a lo que todos se agolparon.
¡Qué bonitos son! ¿Verdad? Felipe cantó la historia de un tal
Reverendo Jonás, un misionero que no quiso serlo. Y al final Dios tuvo
que aplicarle fuerza para convencerle que fuera a Nínive. Pues aunque esa
ciudad era perversa, Dios amaba suficiente a esa gente para llamarles al arrepentimiento
y traerles salvación. "El Señor es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al
arrepentimiento." (2.Pedro 3:9). ¡Aún Nínive!
Luego
reuní a todos los niños alrededor mío y les animé a que seriamente dedicaran
sus vidas al Señor y oramos por ellos.
Al final del servicio algunos de
estos niños, juntamente con los jóvenes y adultos se arrodillaron ante el altar
dedicando sus vidas al Señor.
Quedé especialmente impresionado por un
niño de unos once años, (no está en la foto), que estaba temblando de rodillas,
con su rostro casi tocando el suelo mientras se dedicaba al Señor y que
permaneció allí por mucho rato, cuando ya todos se habían ido.
De
alguna manera esta escena me hizo recordar de una ocasión en 1963, en uno de
nuestros servicios itinerantes en el norte de California, un muchacho de cómo
10 años permaneció orando de rodillas por mucho tiempo. Muchos años más
tarde me contó que Dios lo había llamado esa noche a ser un misionero. El
y su esposa han servido por muchos años en tres países diferentes. Hace
unas dos semanas atrás compartí un almuerzo con ellos. Por ahora están
ocupados en aprender un nuevo idioma e ir a un país peligroso para el evangelio
con un ministerio de las Asambleas de Dios llamado “Los Muertos Vivos.”
Salen dispuestos a entregar sus vidas en el supremo sacrificio, si fuera
necesario, para llevar el amor de Jesús a quienes nunca han oído.
Y
así, mientras hoy contemplo a este tembloroso muchacho llorando de rodillas, me
pregunto: "¿Quién sabe lo que Dios puede hacer con la vida de este
chico completamente consagrado a hacer Su voluntad?"
El
domingo por la mañana ministré en la Iglesia central de La Santidad en Buenos
Aires. He conocido al Pastor David Passuelo por muchos años, pero nunca
me tocó predicar en su iglesia. El, su esposa y sus padres han sido
ministros muy eficaces . David ha tenido un ministerio radial por muchos
años con una audiencia de miles de personas. Ahora me hizo recordar que
en los años '90 él grabó una entrevista que tuvo con Frances y conmigo.
Dice que ha presentado esa grabación con varias veces en sus audiciones.
La
esposa de David se hizo cargo de la valija.
Yo
animé a todos que no solamente escucharan mi voz, sino que prestaran atención a
esa pequeña voz del Espíritu Santo muy dentro de sus corazones. Nuevamente Dios
estaba tratando con hombres, mujeres y jóvenes de todas las edades que
entregaban su todo a los pies de Jesús.
Te
animo a decir: "¡Señor, envíame a mí! " Y ¡Ten cuidado! ¡Capaz lo hace!
Rafael.