Wednesday, October 1, 2014

Dije, "Señor, envíame a mí." Y ¡Qué Sorpresa! ¡Lo hizo!

El sábado pasado me invitaron a ministrar en una iglesia en las afueras de Buenos Aires.  La sección con varias iglesias estaba celebrando un énfasis de Misiones Mundiales con el tema "Concentrando nuestra Visión en la Misión". 
Samuel Andrade, un misionero argentino que sirvió por muchos años con su esposa y su familia en Cabo Verde, cerca de la costa en África, ahora  está enseñando en el Instituto Bíblico Río de la Plata (IBRP) mientras que al mismo tiempo trabaja para el Departamento Argentino de Misiones Mundiales preparando nuevos candidatos para misiones mundiales.  Los misioneros Brad y Rhonda Walz y su equipo, en conjunto con el IBRP han desarrollado un programa nacional de Misiones Mundiales, que no tiene igual.  Cada joven o adulto argentino que siente un llamado a misiones y es recomendado por su pastor, puede comenzar con un serio programa de preparación llamado "Misioneros en Potencia.”  Este curso tiene serios requisitos, incluso estudios en el Instituto Bíblico.  Se les ofrece una variedad de posibilidades para cumplir con estos requisitos.  El hermano Andrade enseña un curso de un año de duración llamado "Escuela de Misioneros en Formación" en el IBRP.  Todo esto y más aún se les ofrece antes de aprobarlos oficialmente y asignarlos a algún campo misionero.  El sábado pasado el Rev. Andrade nos desafió y nos animó por medio de un taller desde las 18 a las 20 horas.  Después de este taller todos supieron cómo responder a ese desafío de Nuestro Maestro: "Id". 

Después de este taller se me introdujo como el predicador para esa noche.  Como de costumbre llamé a los niños primero.   Luego permití a los niños que acariciaran a "Perfume" (uno por vez), a lo que todos se agolparon.  ¡Qué bonitos son!  ¿Verdad?  Felipe cantó la historia de un tal Reverendo Jonás, un misionero que no quiso serlo.  Y al final Dios tuvo que aplicarle fuerza para convencerle que fuera a Nínive.  Pues aunque esa ciudad era perversa, Dios amaba suficiente a esa gente para llamarles al arrepentimiento y traerles salvación.  "El Señor es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento." (2.Pedro 3:9). ¡Aún Nínive! 

Luego reuní a todos los niños alrededor mío y les animé a que seriamente dedicaran sus vidas al Señor y oramos por ellos. 

Al final del servicio algunos de estos niños, juntamente con los jóvenes y adultos se arrodillaron ante el altar dedicando sus vidas al Señor.  

Quedé especialmente impresionado por un niño de unos once años, (no está en la foto), que estaba temblando de rodillas, con su rostro casi tocando el suelo mientras se dedicaba al Señor y que permaneció allí por mucho rato, cuando ya todos se habían ido.  

De alguna manera esta escena me hizo recordar de una ocasión en 1963, en uno de nuestros servicios itinerantes en el norte de California, un muchacho de cómo 10 años permaneció orando de rodillas por mucho tiempo.  Muchos años más tarde me contó que Dios lo había llamado esa noche a ser un misionero.  El y su esposa han servido por muchos años en tres países diferentes.  Hace unas dos semanas atrás compartí un almuerzo con ellos.  Por ahora están ocupados en aprender un nuevo idioma e ir a un país peligroso para el evangelio con un ministerio de las Asambleas de Dios llamado “Los Muertos Vivos.”  Salen dispuestos a entregar sus vidas en el supremo sacrificio, si fuera necesario, para llevar el amor de Jesús a quienes nunca han oído.  

Y así, mientras hoy contemplo a este tembloroso muchacho llorando de rodillas, me pregunto: "¿Quién sabe lo que Dios puede hacer con la vida de este chico completamente consagrado a hacer Su voluntad?" 

El domingo por la mañana ministré en la Iglesia central de La Santidad en Buenos Aires.  He conocido al Pastor David Passuelo por muchos años, pero nunca me tocó predicar en su iglesia.  El, su esposa y sus padres han sido ministros muy eficaces .  David ha tenido un ministerio radial por muchos años con una audiencia de miles de personas.  Ahora me hizo recordar que en los años '90 él grabó una entrevista que tuvo con Frances y conmigo.  Dice que ha presentado esa grabación con varias veces en sus audiciones.



La esposa de David se hizo cargo de la valija. 


Yo animé a todos que no solamente escucharan mi voz, sino que prestaran atención a esa pequeña voz del Espíritu Santo muy dentro de sus corazones. Nuevamente Dios estaba tratando con hombres, mujeres y jóvenes de todas las edades que entregaban su todo a los pies de Jesús.  


Te animo a decir:  "¡Señor, envíame a mí! " Y ¡Ten cuidado!  ¡Capaz lo hace!  

Rafael.