Devocional
Personal, lunes 1-26-2015 (Mi hogar)
Lectura: Exodo 14-16 Hechos 2
Escritura:
Hechos 2:25-28 "Porque David
dice de ÉL: Veía siempre al Señor en mi presencia: pues está a mi diestra
para que yo no sea conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró y mi
lengua se regocijó; y aun hasta mi carne descansará en esperanza. Pues tú
no abandonarás mi alma en el Hades, ni permitirás que Tu Santo vea corrupción.
Me llenarás de gozo con Tu presencia."
Observación:
El mismo Pedro que negaba conocer a Jesús, ahora estaba parado
delante de una multitud, predicando valientemente que Jesús era el Mesías y que
estaba ya escrito de que ÉL debía morir y resucitar de los muertos y que la
salvación sería para todo aquél que creyera en ÉL. Algo maravilloso había
sucedido en ese hombre Pedro, y al resto del grupo de los 120 hombres y
mujeres. Pedro ya no era aquel cobarde que bajo la presión de una
muchachita negó al Señor. Había venido el prometido Consolador y
estos temerosos, tímidos hombres y mujeres se transformaron en testigos
valientes, dispuestos a dar, si fuera necesario, aun sus vidas por su amado
Cristo y Su mensaje.
El
Antiguo y el Nuevo Testamento están íntimamente ligados entre sí. Me
maravilla cómo este sencillo pescador, Pedro, podía recitar las Escrituras del
Antiguo Testamento. Aquí está citando parte del Salmo 16.
Selecciona partes centrales del Salmo que se refieren a la resurrección de
Cristo. Pero la primera y la última parte se refieren no solamente a
Jesucristo, sino también al mismo Pedro y también a mí. Mirando hacia atrás
a su propio fracaso personal, Pedro puede proclamar en alta voz "Al Señor he puesto continuamente delante de mí; porque
está a mi diestra, permaneceré firme."
Pedro
estaba aplicándolo este salmo profético a Jesús, pero, al igual que muchos
pasajes del Antiguo Testamento, también tiene aplicación a las circunstancias
actuales.
Aplicación:
Me tocan mayormente las palabras del Salmo 16:11 "Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay
plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.”
El
año era 1970, yo estaba viajando solo, predicando en las iglesias de la costa
Noroeste de California, y parado en el hogar de unos pastores al lado de la
iglesia en la ciudad de Fortuna. Esa Mañana estaba sentado al órgano de
la iglesia, tocando y cantando himnos alabando al Señor solito. Tenía mi
Biblia en español justo delante mío, abierta al Salmo 16. Toqué un acorde
de do menor y comencé a cantar ese maravilloso versículo en español, una
melodía fluía como una cascada. Durante los próximos dos años seguí enseñando
esa melodía en unos campamentos de jóvenes e iglesias de Argentina y
Uruguay. Hace poco un pastor del Uruguay me lo mencionó y me dijo que aún
siguen cantando eso coro... ¡después de cuarenta años!
Me
mostrarás la senda de la vida,
Me
mostrarás la senda de la vida,
En
Tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias
a Tu diestra para siempre,
Delicias
a Tu diestra para siempre.
Por
años he aplicado este versículo a mi vida personal, como una promesa de Dios
para mí. Dios me mostrará el camino… la senda de la Vida. ÉL estará
conmigo permitiéndome el pleno gozo de Su Presencia… y de postre me
ofrece una eternidad de delicias cerca de ÉL.
Oración: Precioso Salvador, Rey de mi vida, nunca dejaré de estar maravillado de
Tu poder para transformar a un debilucho en un valiente siervo de Dios.
¡Cuántas veces he estado parado delante de una multitud de ansiosos
oyentes que esperaban una palabra de Ti, temblando como una hoja en el viento.
Luego abrí mi boca y algo sucedió. Todo temor desapareció y Tu Palabra
comenzó a fluir como una fuente bajo la unción de Tu Espíritu Santo. Yo
sé que no soy nada más que un débil cobarde, Señor Jesús, pero Tú me puedes
levantar en Tus manos creativas y hacer algo de la nada. Cuando contemplo
las tres oportunidades de predicar que tengo por delante este fin de semana, me
animas… pues reconozco que no estoy solo. Puedo seguir bajo la unción de
Tu Santo Espíritu.
Rafael.