Miércoles, 1-21-15 (Mi Hogar)
Lectura Bíblica: Exodo 1-2
Salmo 88
Lucas 21
Escritura: Salmo 88:1-5 "Oh SEÑOR, Dios de mi salvación, de día y de noche he
clamado delante de ti. LLegue mi oración a tu presencia; inclina mi oído
a mi clamor. Porque saturada está mi alma de males, y mi vida se ha
acercado al Seol. Soy contado entre los que descienden a la fosa; he
llegado a ser como hombre sin fuerza, abandonado entre los muertos; como los
caídos a espada que yacen en el sepulcro, de quienes ya no te acuerdas, y que
han sido arrancados de tu mano."
Salmo 89:1-2. "Por siempre cantaré de las misericordias del Señor; con
mi boca daré a conocer tu fidelidad a todas las generaciones. Porque dije: Para
siempre será edificada la misericordia; en los cielos mismos establecerás tu
fidelidad."
Observación: El Rey David sabía lo qué era caer en la depresión.
Todo el salmo 88 es un clamor de depresión.
Aplicación: ¿Por qué sería el rey David inspirado a escribir un salmo
sobre esto? ¿Por qué permitiría el Dios de los Cielos que este
lamento sea hallado en la mitad de Sus Santos Escritos? Quizá sea para hacerle
saber al alma desfalleciente que no está sola. Aun los siervos más
grandes del Señor pasaron por el oscuro túnel de la depresión y finalmente
consiguieron salir victoriosos del otro lado. De hecho que los primeros versículos que
siguen al Salmo de la Depresión, el Salmo 89:1-2 estallan con un glorioso canto
de victoria.
Oración: Amado Padre, ¿es posible que nosotros no seamos capaces de
apreciar plenamente nuestra gran vida victoriosa sin tener algunas experiencias
que nos llevan a las profundidades del desaliento? Parece que aquellos
que más han sufrido y que finalmente han salido de las tinieblas a la luz, son
aquellos que son los más capaces de comunicar Tu amor y Tu gozo. Te doy
gracias Señor por la luz al final del túnel. Tú nos haces saber que
siempre hay esperanza. Tu Palabra nos dice: "El llanto puede durar toda la noche, pero a
la mañana vendrá el grito de alegría". (Salmo 30:5)
¡Aleluya!
Por lo tanto:"Regocijáos en
el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijáos! (Filipenses
4:4) . ¡Porque es un túnel, no una cueva!
Rafael.