Muchas gracias por vuestras oraciones. Mi voz se mantuvo milagrosamente bien mientras compartí con los alumnos de octavo grado en la Escuela Cristiana de Modesto esta mañana.Le pedí a su maestro de Biblia, Sr. Martín Cross, que tomara unas fotos mientras trataba de enseñarles a los niños un magnífico corito: "Llevaremos la antorcha. Alzaremos su luz. Penetraremos tinieblas con la luz de Jesús. Y el mundo verá la gloria de Dios. Llevaremos la antorcha del Señor."Los alumnos escuchaban atentamente cuando los desafié a iluminar su mundo con Aquel Quien dijo: "Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." (Juan 8:12). Aún traje mi propia antorcha. --->
Años atrás, en la profundidad de la tierra, en una enorma caverna de las "Oregon Caves", el guía apagó la luz. Hubo una oscuridad tan palpable, que Frances y yo nos sujetamos a las barandas preparadas para turistas. Luego, de súbito, la luz de un solo fósforo irrumpió esa densa oscuridad y la enorme caverna fue iluminada hasta el rincón más distante… ¡con una sola llamita!Una sola vida cristiana, lavada con la sangre de Jesucristo y llena del Espíritu Santo, puede hacer la diferencia increíble en este tenebroso mundo. Brevemente relaté mi llamado a misiones, y concluí con la historia del ministerio en las Islas del Paraná... una oscura subcultura que ahora se ilumina por Jesús, la Luz del Mundo! ¡Quiera el Señor llamar a algunos de esta brillante juventud a Su Servicio!
Rafael.