Mi
devocional escrito 24 diciembre 2014
Lecturas:
Juan 19-21
Escritura:
San
Juan 20:14-15 "Al decir esto, se
volvió y vió a Jesús que estaba allí , pero no sabía que era Jesús. Jesús
le dijo: Mujer, ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas?" Ella, pensando que era el hortelano, le dijo:
Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo
llevaré."
Observación:
María
Magdalena estaba en medio de una tragedia doble. Ella había visto a su
Señor, su cuerpo torturado, mutilado y sangriento. ÉL era quien la había
liberado de los poderes infernales, ÉL era en quien ella había depositado sus
esperanzas. Ella había estadoal pie de la cruz cuando ÉL pronunció sus
últimas palabras y tomado su último aliento. Quizá aún estaba allí cuando
horas más tarde Nicodemo y José de Arimathea habían bajado Su cuerpo de
la cruz y envuelto su cuerpo en un lienzo para llevarlo a una tumba
prestada, y ahora era el amanecer del tercer día. ¿Y ahora, qué es esto?
Alguien se ha robado Su cuerpo. Ella está sollozando. su
cuerpo tiembla de llanto. Y el Jesús resucitado contempla toda la escena.
ÉL contempla el profundo amor de ella por ÉL. Ningún otro discípulo
se preocupó lo suficiente como para venir, ni fue lo suficientemente valiente
para permanecer solo al lado de la tumba. Ahora Jesús le habla desde las
sombras de la desesperación de ella.: "Mujer, ¿Por qué
lloras?"
Aplicación:
De
alguna manera estas palabras hablan a mi corazón al sentir el interés que Jesús
toma en mi corazón quebrantado por mi pérdida. Mientras estoy parado
delante de la tumba de mi amada esposa, o cuando contemplo su foto al lado
de mi cama en mi dormitorio, ... pierdo el control de mis
sentimientos, y mis lágrimas fluyen libremente y oigo Su suave voz llamándome
desde las sombras: "¿Por qué lloras?" ¿Se preocupa Jesús
cuando surgen mis lágrimas por algún dolor o alguna tragedia? ¿Me
llama por nombre? ¿Te llama a tí por nombre? ÉL nos llama desde la
oscuridad de la impotencia ante la muerte, hacia la resplandeciente
verdad de Su Vida de Resurrección. Con una sola palabra el
mundo de María salió de la desesperación hacia la gloriosa luz de
una nueva esperanza"¡María!"
"¡Rafael".
"Oh, eres Tú, Jesús, Jesús el Resucitado, el Conquistador de la
Muerte, que recién me llamaste por mi nombre!"
(Amigos,
debo confesarles. ¡Extraño a mi amada Frances esta Navidad!)
Oración:
Señor,
solamente Tú puedes darme consuelo más allá de la tumba! Cuando todo está
perdido, cuando la esperanza desaparece y la muerte ganó la batalla, Tú estás
parado en las sombras de mi dolor, y pronuncias mi nombre. Las tinieblas
desaparecen ante el fulgor de Tu presencia. Nueva esperanza surge en mi
pecho, porque Tú has conquistado nuestro último enemigo, la muerte. Pronto veremos Tu faz y abrazaremos a
los que se nos han adelantado. La Navidad es preciosa, pero el Cielo es
mejor que la Navidad. Amen.
Cara a Cara
En presencia estar
de Cristo
Ver Su rostro, ¿qué
será?
Cuando al fin en
pleno gozo
Mi alma le
contemplará
Coro:
Cara a cara espero
verle
Más allá del cielo
azul
Cara a cara en
plena gloria
He de ver a mi
Jesús
Sólo tras oscuro
velo
Hoy lo puedo aquí
mirar.
Mas ya pronto viene
el día
Que su gloria ha de
mostrar
Cuánto gozo habrá
con Cristo
Cuando no haya más
dolor
Cuando cesen los
peligros
Y ya estemos en su
amor
Cara a cara, ¡cuán
glorioso
Ha de ser así
vivir!
¡Ver el rostro de
Quien Quiso
Nuestras almas
redimir!