Tuesday, July 30, 2013

Una Caminata por Las Praderas de Tuolumne

Fue la idea de mis tres hijos.

¡Reunámonos y hagamos algo divertido! Así que Mike (a la izquierda de Michelle) se vino volando desde Seattle, y Ron (al lado de Mike), vino manejando desde Santa Cruz.  Las caminatas son parte integral de nuestra sangre, por lo tanto, estábamos listos para una caminata por las praderas de Tuolumne a 2,900 metros sobre el nivel del mar en las montañas de Sierra Nevada.



Nos paramos en un paraje con una vista panorámica espléndida y Mike y Evan salieron corriendo.  Lo atajé a Evan en el aire cuando se le ocurrió pegar un salto gigantesco arriba de una alta roca.

¡Cómo me gustaría poder hacer eso!




Nuestra primera caminata nos llevó al Lago Ludens, a solamente una milla de la carretera.  Muchos hermosos árboles enormes.  ¡Una belleza exhilarante!




¿Cuánto tiempo le lleva a un mono en trepar un árbol?  ¡Unos 5 segundos!

Cuando primero nos mudamos a Córdoba, Argentina, nuestros tres hijos se hicieron famosos (o infames) ... por trepar árboles.  Debe correr en la sangre familiar... Darwin debe haber estudiado la tribu Hiatt.  Mi hermano y yo siempre escalábamos árboles cuando niños.










A la orilla del Lago Ludens hallamos el tronco de un árbol justo lo largo para acomodarnos a los seis.




Tim acarrea su cámara y su trípode por todos lados.




"Reflejos", foto tomada por Tim desde el otro lado del lago.













Cheryl, mi nuera, había decidido quedarse en casa, pero amorosa como siempre, nos preparó una merienda de primera categoría:  hamburguesas, tomates, lechuga, cebolla, pickles, ensalada de papas, chips, frutas y "cookies" (galletas caseras de chocolate.)



Cuando llegamos a la Pradera de Tuolumne, esta tentadora montaña de roca maciza comenzó a llamarnos: "¡Vengan, escálenme!"  La dejamos a Michelle descansando en el auto.

OK. Admito que fui el último en llegar a la cumbre.



¡Déjenselo a Tim!  Nos alineó en la cumbre de la montaña, enfocó su cámara y nos dijo: "¡Salten!"




Luego programó su cámara para una demora de 10 segundos y corrió hasta la montaña para sacar la foto.  Tratamos varias veces, pero alguien (generalmente yo) saltó demasiado temprano o demasiado tarde.

Nos reímos hasta reventar, tanto que ya no nos quedaban fuerzas.  ¿Qué es lo que espera a 2,900 m. sobre el nivel del mar? ¿Y a los 81 años?

Fué un día grandioso, inolvidable, disfrutando el compañerismo y contemplando el majestuoso escenario de la creación de Dios.

Rafael.