Monday, September 19, 2011

¡Sorpresa!

Viernes pasado ministré en una iglesia local, el CCC - Centro Cristiano de Córdoba. Ellos dan clases para los niños, simultáneas con un instituto bíblico para los adultos. Hice que Perfume y Felipe salieran antes de que dividieran las clases. Luego me permitieron que ministrara a los adultos juntamente con los jóvenes durante las casi dos horas de clase.

Esta obra fue plantada por Don y Melba Exley alrededor de 1977 y ha llegado a ser una iglesia misionera de alcance mundial, no solamente una iglesia que es la que más ofrenda para misiones en la nación, sino también la que ha mandado más misioneros de su propia congregación. De esa iglesia han salido 18 familias hacia varios países. Su pastor y su esposa, Juan y Lidia Masalyka están ahora en España dirigiendo un retiro espiritual para misioneros en Europa. ¡Magnífica tarea, Don y Melba, felicitaciones para Juan y Lidia, todos grandes siervos del Señor!

Durante mi mensaje conté la historia de una bebé, llamada Mabel Murúa, que fue milagrosamente sanada de un gran tumor en su nuca cuando estábamos plantando una iglesia en San Juan, muchos años atrás. Hice pasar esta foto de Mabel, ahora adulta,
tomada conmigo y Frances y otra foto de la familia de ella en 2007. Ella tenía 40 años en la foto y parece de 25! Al ver la foto noté una gran excitación entre la congregación. Todos empezaron a hablar al mismo tiempo.




Alguien salió corriendo para afuera y regresó con un muchacho que yo reconocí al instante, Luis Murúa, el sobrino de Mabel. Yo ignoraba que él vive en esta área, a más de 500 kilómetros de donde sucedió el milagro y que él asiste a esta iglesia. Todos gritaron "¡Sorpresa!" y Luis vino corriendo para abrazarme.


Luego Luís tomó el micrófono y testificó como sus abuelos, los padres de Mabel, y todos los once de sus tíos y tías dieron sus vidas a Jesús como consecuencia de ese milagro. Hasta algunos de ellos entraron en el ministerio. Algunos aún viven, y otros ya están en la gloria. ¡Me gustan estos milagros que pueden certificarse como genuinos! ¡JESUS VIVE!


Después de sus clases, algunos de los niños regresaron para juntarse conmigo y orar por mí.

¡Otro día de bendiciones supremas!

Rafael.