¿Que si extraño a mis hijos, sus esposas y mis nietos? ¡Oh, sí, muchísimo! De vez en cuando puedo verlos vía Skype. ¿Que si extraño que alguien me ame? ¡Para nada!¡Mírenme! Pienso que estas hermosas princesas, las hijas del Pastor Alberto Marín, me han "adoptado"como su abuelito. Nuevamente hoy iré al hogar de ellos para el almuerzo. La más chiquita me ve y viene corriendo y me abraza la pierna. La llaman Sammy y ella es tan dulce como la brisa matutina que trae la fragancia de las flores del jazmín.
Sin embargo, tengo un problemita. Las amo y tengo que dejarlas. Probablemente no las volveré a ver por años. Si Jesús se demora, y yo todavía estoy por aquí, quizá vengan como adolescentes o adultos con la misma expresión de amor. Esto me sucede vez tras vez.
¡No me compadezcan! ¡Téngame envidia!
Rafael.
PD. Los Marin tienen tres preciosas princesas, luego llamaron a la mayor para otra foto, pero esta foto me gustó porque ocurrió por sí mismo. Solo pasé mi camera a alguien para grabar el momento.