Saturday, December 10, 2011

Un Día con mis Hermanos Isleños

Acabo de regresar al prestado "Aposento Alto del Profeta" en Martínez después de un maravilloso día en la Iglesia del Delta. Es un viaje de 3 1/2 horas en una de nuestras pequeñas lanchas colectivas (35 a 45 pasajeros), y otras tantas para regresar. Salimos temprano esta mañana.
Pastor Cocholo está al timón de la lancha "Betel de los Alcanfores", con su sonriente esposa, Lilia, a su lado.

El mate está que quema los labios, pero siempre sabroso y todos lo compartimos.


Después de una hora navegando por el Canal Arias, nos metimos por un estrecho canal por 25 minutos para recoger a dos familias.


Ya es tarde en la primavera y todo está florido, especialmente las hortensias y las camelias.

Vueltos a continuar en Canal Arias, paramos a lo largo del camino para recoger más familias, entre ellos los hermanos Juan y Juana Chico y su hijo Víctor. En 1984 Juan estaba al borde del suicidio, deprimido por la muerte de su hijito Juancito de 4 años. Ibamos pasando su pequeña casa a lo largo del río cuando el Espíritu Santo me dio un golpazo en el pecho, alertándome a parar. En ese tiempo Víctor era un bebé de brazos. Ahora es un músico que dirige la alabanza en la Iglesia de la Isla.

Abracé y besé las mejillas de las personas más queridas en mi vida. Muchos de ellos los alcanzamos para Cristo años atrás. Uno a uno los fuimos ganando al parar en sus casitas isleñas elevadas sobre troncos. Juntamente con Cocholo y Lilia compartimos con ellos la maravillosa historia de Jesús y los inundamos con el amor de Cristo. Algunos de ellos eran niños en aquel entonces.

Ahora están casados y sus hijos se deleitan en el encuentro con Felipe. Muchos de nuestros primeros convertidos ya han ido a estar con Jesús.

¡Qué maravillosa bendición de poder volver a ministrarles una vez más!
Una de nuestras cinco lanchas colectivas, La "Nelly", que el año pasado se atravesó con un tronco y se hundió, ha sido reflotada y restaurada. Estos muchachos fueron los primeros en abordarla, pues muy pronto va a cargar pasajeros para retornarlos a sus casas. Algunos de estos hermanos salieron de sus casas a las 6 de la mañana y no regresarán hasta las 10 de la noche. Pasan todo el día en la iglesia con Jesús y Sus amigos, y para ellos es el mejor día de la semana...¡y para mí también!

Es tiempo de irme a dormir. Estoy exhausto y hambriento. Se me perdió la manzana que pensaba comer como cena... en algún lado. Por cierto que tengo hambre, ¡pero estoy lleno del gozo del Señor!

Buenas noches,

Rafael.