A mi sorpresa encontré un enorme edificio nuevo en el lugar que había estado esa humilde iglesita... y me estacioné al
frente. La Pastora Lucy Soza me recibió con gran gozo. Entré en un
magnífico santuario preparado ¡para 800 personas! ¡Y aparecieron unas 500
hermanos un lunes por la noche!
Le pedí a Lucy que me sostuviera la valija de Felipe (a la derecha). Creo que esa fue su única participación en el servicio. Los jóvenes dirigieron la alabanza, hicieron los anuncios, tomaron la ofrenda y presentaron al predicador. Ella sencillamente permaneció sentada, adoraba y observaba. Tengo la certeza que varios de esos jóvenes hubieran podido predicar también. (Siempre puede hacer click en las fotos para verlas mejor.)
Esta multitud de niños fácilmente estaría en las garras de Satanás si no fuera por la Pastora Lucy.
Después de un hermoso mover de Dios con un extendida tiempo en el altar, salimos creo como a la media noche. Pude ver a Lucy
caminando con una compañera dejando el sector iluminada y desapareciendo por calles oscuras. Mi
corazón decía: "Allí va una de las valientes de Dios, desafiando los poderes de la oscuridad!"
Y Gabriel dió vuelta y miró abajo al enemigo de la iglesia y dijo: "¡Satanás, ni se te ocurra tocarla!"
Rafael.