Esta nueva iglesia es una nieta de
la iglesia que plantamos en 1973-76 en el Barrio de la Boca. Esa
iglesia madre quizá no tiene más de 500 miembros, pero tiene muchas iglesias
"hijas" siendo que más de 87 pastores y pastoras han
salido de esa iglesia hacia la obra. La verdad es que 87 era el número
hace 5 años y desde entonces Pastor Jose Manuel Carlos dice que dejó de contar.
Varias de las muchas iglesias "hijas" han crecido hasta llegar
a ser "mega-iglesias" con decenas de miles y ahora las
iglesias "hijas" han engendrado varias iglesias "nietas" a través de
todo el país y en varios países extranjeros. Estaré ministrando en dos de
estas iglesias "nietas" y en por lo menos una de estas mega-iglesias
en los próximos días, Dios mediante.
Hoy es el "Día del Padre" y el Pastor Eduardo Kachesky me introdujo a su congregación como "padre de iglesias" y me presentó esta hermosa placa.
Anoche en otra iglesia donde estaba predicando, el
pastor me dijo en privado que mi ministerio era"apostólico".
Le rogué que nunca dijera eso en público. Yo no quiero ser llamado
"apóstol". Siento que hoy esos títulos: "apóstol" y
"profeta" se usan con demasiada liberalidad. Yo no necesito títulos, porque no estoy escribiendo Escritura. La verdad es que no
merezco todos los agasajos que me dan aquí. Las recompensas correctas se
distribuirán muy pronto por el Rey Jesús. En donde los últimos serán
primeros y los primeros últimos. Creo que eso quiere decir, que cuánto más reconocimientos recibamos acá abajo, placas y
aplausos, menos recibiremos a los pies de Jesús. Además, Frances y yo ya
hemos recibido tantas placas que expresan amor y agradecimiento, que ya no
caben más en las paredes de mi oficina.
Los niños eran unos tesoros.
Durante el sermón las hermanas encargadas los mantuvieron ocupados en un
rincón de la iglesia, "tomando notas" de mi sermón, o haciendo
dibujos.
Uno de los muchachitos tomó una pausa para disfrutar de
unas galletitas.
Luego hice un llamado al altar para
personas creyentes que deseaban rendir sus vidas a lo que la voluntad de Dios
los llamara en el futuro.
¡Qué priviegio Dios me está dando de ministrar en distintos lugares casi todos los días!