Aunque ya eran las 1:30 de la mañana cuando por fin pude irme a la cama después
del hermoso servicio del viernes, (ayer) en la ciudad de Gobernador Gregores, anidada
en un fértil y pintoresco valle. Ya antes de que saliera el sol me
encontré viajando al oeste hacia la imponente Cordillera de los Andes
para un servicio programado para las 15 horas el sábado en la pequeña iglesia
de "El Chaten".
Ascendiendo desde el fértil valle hacia el desierto, el sol se levantaba
por el este. El cielo se desplegaba en una tremenda sinfonía
de colores reflejada en el río.
Perseguí este arco iris por largo trecho en una carretera desértica
extremadamente llena de baches. Luego la lluvia la convirtió en un
lodazal. Pienso que después de cuatro horas de esta tortura, a mi pequeño
Peugeot se le deben haber aflojado todos los tornillos y
todavía los guardabarros están cementados con barro mezclado con grava de
unos 5cm de espesor por dentro.
Por fin llegué a ver la imponente vista de los Andes. Estaba
deleitado de estar en camino a El Chaten, lugar del cual albergo maravillosos
recuerdos. En los años '90 Frances y yo tuvimos un bendecido campamento
para niños en este lugar en la base de estos picos
montañosos tan imponentes. (Esta es una foto profesional)
(Acuérdese que puede hacer click en cada foto para agrandarla)
El Chaten es una pequeña pintoresca ciudad turística anidada en la base
de estos picos. Tomé esta fotografía hoy mientras me acercaba a la ciudad,
pero los imponentes picos andinos estaban escondidos detrás de las nubes.
Aquí ven una pequeña Asamblea de Dios que está floreciendo en una cabina
rentada bajo el cuidado del joven Andrés Villegas que se
graduó del Instituto Rio de la Plata hace dos años atrás. Es hijo del pastor Antonio Villegas de El Calafate. El cartel es en inlgés y español para atraer turistas del exterior. Estas son las primeras personas que
llegaron antes del culto. En un rato el lugar estaba repleto de
personas Y al final del culto tuvimos un maravilloso tiempo de oración.
Ahora contemple una pocas fotos de "abrazos espontáneos de oración"
tomadas en otras iglesias durante mis jornadas. Pienso que ya es tiempo
que nosotros, los "californianos", captemos "la onda".
Una mamá con su hijo, los últimos en el altar.
Un pastor, como muchos otros, que necesita nuevo ánimo.
Una pastora orando con una hermana en un "abrazo de oración".
Aun Felipe le tocó ser parte de esto.
Un grupo de jóvenes de Bahía Blanca corre adelante para bendecirme con su amor y sus oraciones.
¿Te sorprendes porqué yo vuelvo a la Argentina vez tras vez?
Rafael.