Son las 18 horas y acabo de regresar de un sábado inspirador.
Hoy el Centro Cristiano Familiar de la ciudad de Patterson, donde ministran los Pastores Ken y Brenda Moren, hicieron un evento de evangelización en el parque de la
ciudad. Querían aprovechar que es el último sábado antes de mi regreso a la Argentina. ¡Y lo hicieron en gran manera! Completo con juegos inflados para los niños y comida para todos. Pero antes venía la música y
cantos, Perfume y Felipe con un mensaje del Evangelio. Fue mi primera vez
de ministrar en su nueva plataforma-camión evangelístico.
Enseñé unos coritos evangelísticos con el teclado y dejé que
los niños acariciaran a Perfume.
¡Miren el rostro de este niño!
Felipe relató la historia del ciego Barty que vivió en
oscuridad hasta que se encontró con Jesús, la Luz del Mundo.
Luego prediqué un sencillo mensaje sobre las palabras de
Jesús de Juan 8:12 "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." Solo Jesús podía hacer una declaración semejante. Era un
mensaje simple como lo que hubiera predicado en un parque en Argentina y luego di una
invitación.
Muchas personas, tales como estos hombres, escuchaban
desde cierta distancia... un poco escondidos.
Varios respondieron a la invitación de acercarse para que
oráramos por ellos. Una de ellas era una muchacha que estaba llorando.
Al principio pensé que tenía unos 18 años. Pero cuando conversé
personal-mente con ella me dijo que se llamaba Stefany y que tenía 43 años. Y me señaló un área detrás mío diciendo: "Vivo allí entre esos
arbustos". Y era cierto, ¡Stefany vive entre los desamparados!
Después de una merienda de perros calientes ("panchos" para los Argentinos), chips y soda... la
vi irse empujando su carrito lleno de todas sus posesiones terrenales apiladas encima. Se
estaba retirando de nosotros caminando por la vereda. No me pude
contener, no pensé, solamente
reaccioné. Dejé al hermano con el que
estaba conversando y corrí tras ella para darle un abrazo. En esta
cultura aquí no sé si es apropiado que un viejito le pueda dar un abrazo a una
joven, pero no pude más que dárselo. Nuevamente le dije: "Jesús
te ama". Era obvio que ella había viviendo una vida muy difícil. Le aseguré que para Dios, ella era tan importante como yo o como el pastor
de la iglesia, y que Jesús la amaba mucho y que había dado su vida por
ella.
Le pregunté si me permitía tomarle una foto conmigo, y ella
accedió. La tuve cerca y ella se acogió a mí. Pude ver las lágrimas
que corrían por sus mejillas. Trató de sonreír, pero las lágrimas siguieron
fluyendo.
Mi último blog era acerca de la mujer que lavó con sus
lágrimas los pies de Jesús. Hoy encontré a esa mujer. Y mi
corazón se quebranta por ella.
Me acordé de la historia del hijo que abandonó su hogar y se
fue a una lejana tierra. Nosotros le damos el título del "hijo
pródigo", pero Jesús no lo llama "pródigo" ni tampoco otro título degradante. En contraste, Jesús declara que su Padre Celestial le estaba esperando, ansioso de que su hijo amado regresara nuevamente. Creo que
los amorosos brazos de Jesús están abiertos esperando que Stefany emprenda su
jornada de regreso "al hogar". Conociendo a mi Jesús, sé que ÉL
correrá hacia ella, y le ofrecerá un nuevo comienzo. ¿Orará usted conmigo
por Stefany? No puedo quitarla de mi mente.
Rafael.
