Mire mi supermoderna oficina... ha.
Acabo de llegar a Carmen de Areco, donde
dentro de pocas horas tendremos un culto. El cuarto del hotel es lindo y limpio y tiene una buena mesita y silla, pero la iluminación es mínimo y no me da suficiente
luz para ver bien el teclado de mi computadora. Aclaro... No me quejo del hotel. Es bueno, solamente que es un poquito oscurito para mis ojos viejos. En contraste el baño está muy bien iluminado, moderno y limpio. Yo estaba sentando aquí trabajando cuando se me ocurrió sacar una foto del momento (con la cámera automatica)... ja.
He comenzado mi viaje hacia el interior. ¡Aleluya!
Dios me cuida en todo con sus "ángeles". Uno de
ellos ha sido Ana, una preciosa hermana taiwanesa que me consiguió un modem
portable que se enchufa en mi puerto del USB, ahora puedo tener internet
dondequiera que vaya. Ella insistió que quiere pagar mi cuenta. A través de los años he descubierto que muchas veces Dios usa Su pueblo
como "ángeles", y no cabe duda que Ana es uno de ellos.
Luego esta tarde estaba cargando mi coche hasta el tope para
comenzar a viajar, cuando Dios me mandó otro "ángel". Ni
siquiera sé su nombre, pero él me conocía a mi. Miró mi pequeño Peugeot y me
preguntó si mi verificación de vehículo estaba al corriente. Luego miró
al "sticker" en el parabrisas y descubrió que había expirado en
marzo. Aquí en la Argentina revisan anualmente los vehículos para las emisiones, las
luces, los frenos los amortiguadores, los limpia-parabrisas y otras muchas
cosas. ¡Se me había pasado por completo hacer esto! Ya no tenía
tiempo de viajar a hasta la Capital en donde mi coche está registrado para ir a la Estación de
Verificación. Yo tenía culto esa misma
noche y tenía un viaje de 120 kms por delante. Pero "mi angel" me
dijo que había una estación de verificación en mi camino. Le dije que el
año pasado una estación provincial me rehusó verificación porque mi coche está
registrado en la Capital Federal, a lo que él me respondió:"Sencillamente
dele la tarjeta verde de registración para su coche y muestre su licencia, y es
posible que lo hagan por usted."
Yo estaba verdaderamente preocupado por eso, porque en mis
viajes paso por muchas estaciones de chequeo de la policía en el interior del
país, y de vez en cuando hay un policía que busca cualquier falla con tal que el chofer le de una propina
(coima). Le agradecí a "mi ángel" y salí manejando y orando en
voz alta a mi Jesús: "Por favor, Señor, permite que me verifiquen y
actualizen mi verificación a pesar de que está registrado en la Capital".
Pero hice lo que "mi ángel" me dijo. Le entregué a la
señorita que me atendió mi tarjeta verde y mi licencia. Ella entró todo en su computadora y me dió los documentos de vuelta diciendo: "Su coche está registrado en la
Capital y aqui no lo podemos hacer." Yo le dije: "Sí, lo
sé, pero no tengo tiempo de regresar a la Capital." "Muy
bien", me dijo. Me aceptó y en unos 15 minutos ya tenía en mis manos mi nuevo
"sticker" para el parabrisas... listo para otro año más. Por cierto
que si no tenía mi verificación me hubieran parado en todas las estaciones de
chequeo adonde fuera causando demoras y quizás multas.
Gracias Jesús, por mis "ángeles"! ¡No tengo
dudas de que Tú
Rafael.