Cerca de 300 ninos y adolescentes estudian en una Escuela
China Cristiana en el barrio de Belgrano, ciudad de Buenos Aires. Su curriculo incluye clases
los sábados.
Mire estos sonrientes rostros!
Graciela, la directora, dividió al cuerpo escolar en dos asambleas para mi.
A las 15 horas tuve a los estudiantes desde el jardín de infantes hasta el
sexto grado.
Perfume y Felipe hicieron de las suyas.
Acompanado del acordeon enseñe un coro a los ninos.
Luego dibuje un rostro reversible y les di una version de
"Malas Nuevas
y Buenas Nuevas", version corta.
A las 16 horas se reunieron los alumnos del grado 7 hasta
12.
¡Qué jóvenes agradables!
Me dicen que algunos no hablan español todavía pero la gran mayoría sí.
Despues de cada breve mensaje finalicé con oración.
Me imagino que muchos de los padres de estos jovenes son hombres de negocios y es posible
que tengan un trasfondo religioso diferente.
¿Cómo se me abren estas increibles oportunidades? La
respuesta en una sola palabra: Jesus!
Una joven llamada Ana estuvo entre los 90,000 jovenes del Super-Clásico de Dante Gebel en el
estadio de River en diciembre pasado. Me dijo que Dios la tocó con mi breve
mensaje aquella noche, dejándola con lágrimas.
Me buscó por medio de facebook y Youtube e hizo
contacto conmigo por correo electrónico. Ella es parte de esta comunidad china en esta enorme ciudad y luego se puso en contacto con la escuela de la cual ella misma se graduó para invitarme a dar una presentación para los alumnos.
Ana completó sus estudios como médica y tomará su examen
final dentro de unas semanas. Veo que ella ha dedicado su vida al servicio de Jesús!
Rafael.
