¡No hay cosa que me dé tanto placer como el bendecir a
otros! Dios me ha hecho para esto. No es posible fabricar algo como
esto. Eso es una cosa de Dios. No me puedo imaginar una actividad
de retirado que sea tan entretenida y satisfactoria.
En este momento estoy de vuelta en el área de Buenos
Aires despues de haber viajado exactamente 6.321 kilómetros en un enorme
circuito, ministrando 58 veces.... en pequeñas iglesias nacientes, megaiglesias
en pleno desarrollo, locales alquilados, reuniones en casas de familia,
actividades para niños, plazas, parques, etc en un total de ocho provincias y en la Capital
Federal de Buenos Aires... todo esto en 57 días... haciendo un promedio
de un servicio por día. ¿Qué les parece, me estoy divirtiendo, o no?
Sin embargo no he terminado mi gira aún. Me quedan
otros 30 días de bendiciones. Pienso arribar en Modesto, California, USA
el 19 de junio.
El sábado pasado fue un día muy atareado. El Pastor
Mario Morana me invitó a que diera un seminario de un solo día a su equipo de de 80 personas de todas las edades de "Compartiendo a Cristo".
Ellos ministran en hospitales, cárceles, parques, negocios, plazas, por
las calles a los desamparados, etc., cada uno de ellos con un destinatario
diferente.
El Pastor Mario es uno de los muchachos que recibió a Cristo
juntamente con sus amigos en el Parque Islas Malvinas en el verano de 1977, donde nuestro equipo de la iglesia en la Boca estaba ministrando por 30 noches. Después que se graduó del Instituto Bíblico Rio
de la Plata le ayudamos a plantar la gran iglesia "Príncipe de
Paz".
Así pues, comen-zando a las 9:30 hrs hasta las 12 con un pequeño recreo intermedio, compartí con este consagrado grupo de obreros
compuesto de jóvenes y adultos de todas las edades, pensamientos inspiradores.
Luego con este equipo marchamos unas 15 cuadras hasta Parque
Ledesma, en donde en tiempos pasados he compartido publicamente el amor de Cristo
muchas veces.
Era el 17 de mayo, un fresco día otoñal. Felipe
siempre atrae a numeroso público y normalmente están dispuestos a quedar para oir del sacrificio de Jesús en el
Calvario que nos ofrece perdón de nuestros pecados y el don de la vida
eterna. Mi voz estaba débil y Pastor Mario sigió cuando no pude más.
¡Me gusta tánto el mensaje del Evangelio, no solamente porque suena lindo, sino porque funciona! Las vidas son cambiadas, los adictos son
liberados, los enfermos son sanados, muchos son salvos y cambiados, y muchas
veces me entero de ello unos diez años más tarde.
Después de esa parte del evento alguien se le ocurrió poner una música alegre
por medio del alto parlante. Sucedió que tomé de la mano a esta simpática
señora con su gran sonrisa, y danzamos por unos momentos. No se asusten
ustedes preciosas viuditas, fue cuestión de minutos, y ¡ni siquiera sé como se llama!
Ese mismo sábado por la noche se me dió el privilegio de
predicar en el servicio de las 20:30 hs en el culto de los jóvenes en la iglesia
del Pastor Claudio Freidzon "Rey de Reyes".
Como de costumbre
había una larga cola de hermanos/as esperando que salieran los hermanos del
culto anterior para poder entrar. Siempre se siente la presencia del
Señor en estos servicios.
En mi mensaje desafié a los jóvenes con el texto que fue
clave en mi propia vida, San Juan 12:24 y 25 "De cierto, de
cierto os digo: que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
solo; pero si muere lleva mucho fruto. El que ama su vida la perderá; y
el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará."
Ya eran las 23:00 horas cuando los jóvenes comen-zaron
a buscar un posible lugar junto al altar para poder arrodillarse para orar y
plantar la semilla de su vida y reclamar la promesa de "mucho fruto".
Poco más allá de la medianoche planté mi cámara sobre un estante y permití que me fotografiara solito, deleitán-dome con la
deliciosa comida que me había preparado el cocinero del hotel donde estuve
parando.
Ahora, alístese usted también y salga a divertirse compartiendo el amor de Cristo con alguien.
Rafael.