Mi
devocional de hoy: Lunes,
15 de diciembre, 2014 (Martínez)
Lectura Santiago 1 - 5
Escritura:
Santiago 4:10 "Humilláos en la presencia del Señor y ÉL os
exaltará.
Observación:
Abajo es arriba y arriba es abajo. Si nos
postramos, nos humillamos ante el Señor, ÉL nos exaltará. Si nos elevamos
como si fuéramos algo especial, Dios nos humillará.
Aplicación:
Durante
los últimos 25 años pasados en la Argentina se "puso de moda" de
buscar un toque del hombre de Dios, con la esperanza de caer bajo la influencia
del Espíritu Santo. Por lo tanto he observado a muchos, casi todas las
personas que pasan al frente para que oren por ellos, "caer bajo el
poder". Esto parece haber ganado "momento" y muchos
han buscado de "caer bajo el poder". Sin lugar a dudas
muchísimos recibieron hermosa bendición. Sin embargo, con el pasar del
tiempo parece estamos en peligro de que esto sea convertido en solo un rito.
Todos hacen fila. Todos caen bajo el poder y los hermanos que
"los atajan" esperan detrás de ellos para que caigan suavemente.
Personalmente,
hallo que me es mayor recompensa postrarme voluntariamente delante del Señor
sin la necesidad del toque de un famoso siervo de Dios. Si quedarse
parado es malo y caerse es bueno, ¿para qué esperar que el siervo de Dios te
toque con su mano poderosa.. y en ocasiones añadir "un empujoncito?"
¿Por qué no, a tu propia voluntad, postrarte de rodillas con el rostro al piso,
para buscar al Señor y humildemente derramar tu alma ante ÉL?
Oración:
¡Oh
Señor mi Dios, alto y sublime, exaltado por sobre toda majestad, ayúdame a
honrarte humillándome con el rostro hacia el suelo en tu Santa Presencia,
abajo, bien abajo, postrado delante de Tí. Envía tu Espíritu Santo para
examinar mi corazón por pecados ocultos que no he confesado, y aquí, postrado
en el piso, derramar mi alma en verdadero arrepentimiento y total rendición a
Tí. Aquí, sobre mi rostro, pacientemente esperaré en Tí. Y aquí es
donde sentiré la gloria de Tu perdón y Tu limpieza.
Luego
sucede el milagro! Siento Tus tiernos, amantes brazos levantándome hacia
arriba, arriba, más arriba ...hacia las nubes de la adoración, muy por encima
de este oscuro mundo lleno de la inmundicia de mis problemas y
preocupaciones.
Tus
"Altos" son mucho más sublimes que los imitados "Altos"
(los “highs”) que Satanás ofrece por medio de las drogas y el alcohol.
Desde Tus majestuosas alturas no tenemos que caernos en la depresión como
sucede con las drogas. Luego, a medida que volvemos a nuestro mundo de
tareas y obligaciones, Tú vienes caminando a nuestro lado. Tu prometes
nunca dejarnos, ni abandonarnos. ¡Emanuel: Dios con nosotros!
Y con lágrimas de gozo, grito: “¡El Dios del universo desciende para
caminar conmigo! ¡Qué maravilla!” Amén.
Rafael.