Me encuentro ministrando en Uruguay
desde hace más de una semana. Ayer lunes me
levanté a las 5:20 hs para manejar 360 kms desde Rivera a Trinidad para
compartir un devocional con un hermoso grupo de unos 20 pastores y esposas. Precioso encuentro!
Oraron por mí al final. Después de un abundante almuerzo manejé otros
230 kms a Tacuarembó donde ministro esta noche. Me he encontrado con varios pastores que me
dicen que fueron llamados al ministerio en uno de los campamentos de jóvenes
que prediqué hace muchos años. Dos de
ellos me dijeron los textos que prediqué… uno hace 43 y otro hace 41 años!
Rafael
Devocional de hoy.
Martes 12-9-14 (Hotel Tacuarembó, Uruguay) 1.Timoteo 5-6; Tito 1-3
Escritura: Tito 3:3-8 "Porque
nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados,
esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en maldad y envidia,
aborrecibles y odiándonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la
bondad de Dios nuestro Salvador y su amor hacia la humanidad, ÉL nos
salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a
Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación
por el Espíritu Santo que ÉL derramó sobre nosotros abundantemente por medio de
Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia fuésemos
hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel es
esta, y en cuanto a estas cosas quiero que hables con firmeza, para que los que
han creído en Dios, procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son
buenas y útiles para los hombres."
Observación: Aunque
el Apóstol Pablo era un fariseo fanático antes de su conversión, adhiriéndose
a cada minúsculo aspecto de la ley judía, ahora él se incluye a sí mismo en la
descripción de la vida anterior de estos gentiles: necios, desobedientes,
equivocados, esclavos de perversos deseos, llenos de maldad, envidia y odio, pero entonces se manifestó la bondad de Dios Nuestro Salvador, y su amor
hacia la humanidad. ÉL es el autor y consumador de nuestra salvación.
Eso no tiene nada que ver con nuestras buenas obras. Es el
resultado de Su misericordia. El borró nuestros pecados, derramó en
nosotros Su Espíritu, y nos declaró justos por lo que Jesucristo nuestro
Salvador hizo por nosotros. Y ahora no nos queda duda en cuanto a
nuestro eterno destino. ¡Sabemos que tenemos vida eterna!
Aplicación: Tantas
personas religiosas viven en dudas en cuanto a su salvación. Confían en
que sus buenas obras pesarán más que sus mentiras, odios y engaños y quizás les ganen un
lugar en el cielo. Nunca tienen seguridad porque se enfocan en sí mismos y sus corruptas vidas. Las maravillosas Buenas Nuevas son las que
quitan nuestro enfoque de nosotros mismos y lo pone plenamente en Jesucristo. "...puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la
fe" (Hebreos 12:2) . Lo que Jesús comenzó, lo
terminó, y lo hizo con su final grito: "¡Consumado es!" Nuestra
salvación es segura, no por nuestra perfecta conducta, sino por la perfecta obra de Jesús. Nuestro intento de ascender la escalera a las estrellas nunca
alcanza. Siempre queda corto. Pero ¡He aquí! Nuestra
salvación es segura, porque ÉL descendió la escalera desde las estrellas a un
mundo corrupto y sufriente y tomó nuestros pecados y culpas y los clavó en la
cruz. ¡Estas son Buenas Nuevas de verdad!
Oración: Gracias
Señor por la total seguridad de mi salvación. Mientras yo estaba
contemplando impotente, cuando mi amada esposa, Frances, se estaba
deslizando hacia la eternidad... podía contemplar que ella no tenía ningún
temor del futuro. Hasta su aliento final ella confesó su
gloriosa anticipación de su nuevo hogar en el cielo. Ella sabía muy bien
que ninguno de nosotros puede merecer el amor y generosidad de Dios por nuestros
propios méritos. ¡Pero qué gozo tan grande es saber que todo está bien
porque Tú Señor, pagaste el precio en pleno por nuestra salvación! Amén.
Nota: Durante mi temprana adolescencia mi pastor era
William Booth-Clibborn, hijo de Le Marchelle, Catherine Booth-Clibborn, hija del
General William Booth, fundador del Ejército de Salvación, que escribió muchos
himnos, el más famoso de ellos es "¡Qué Bella historia!," con la
música de "O sole mío" compuesto en l898 por Eduardo di Capua. Yo solía contemplar a mi pastor caminando por
la plataforma tocando maravillosamente su violín con esta hermosa melodía,
mientras cantabamos las dulces palabras de este himno en profunda adoración a
nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡Qué herencia tan gloriosa recibí
como niño al tener como mi pastor a este poderoso, talentoso hombre de Dios!
Lea este poema, ya traducido a español y si sabe la melodía, cántelo, pues es una
expresión de adoración . ¡Cántelo de todo su corazón!
Rafael.
¡Qué
Bella Historia!
¡Qué
bella historia! De su excelsa gloria
Bajó el Salvador, Jesús mi Redentor.
Nació en pesebre, despreciado y pobre,
Varón de lágrimas y de dolor.
¡Oh Cuanto le amo! Y fiel le adoro;
El es mi vida, Mi Redentor;
El Rey de gloria vino a salvarme
Y a revelarme al Dios de amor.
¡Qué gran misterio, Tan incomprensible!
El Verbo se encarnó, y al mundo descendió
El Plan oculto revelóse al hombre
Y por su tierno amor me levantó.
¡Oh
Cuanto le amo! Y fiel le adoro;
El es mi vida, Mi Redentor;
El Rey de gloria vino a salvarme
Y a revelarme al Dios de amor.
¡Don admirable, Tan incomparable!
De plena salvación, y eterna redención
El sol divino brilla en mi camino;
Su luz alumbrará mi corazón
¡Oh Cuanto le amo! Y fiel le adoro;
El es mi vida, Mi Redentor;
El Rey de gloria vino a salvarme
Y a revelarme al Dios de amor.