Sunday, December 28, 2014

Felipe en las Escuelas Primarias

Miércoles 8 octubre 2014

Miramar es una hermosa ciudad balnearia en la costa atlántica sureña. Frances y yo tenemos queridos amigos allí, Pablo y Miriam Ruppel, que sirven como pastores de una iglesia de la Union de las Asambleas de Dios allí.  Esta iglesia tiene una reputación de estar invoulcrada en la comunidad.  Anualmente hacen eventos especiales para algunas de las escuelas públicas con títeres. danzas, dramas con un sano mensaje cristiano.  Ellos han bendecido por lo menos una de las escuelas primarias localizada a unos 40 km en las afueras en el campo, al colectar grandes cantidades de materiales escolares y de alimentos para sus estudiantes.  Su activa participación les ha ganado la confianza del liderazgo de esas escuelas.  

Por lo tanto, cuando ellos se enteraron que yo iba a venir solamente para miércoles y jueves, me programaron con Felipe para ministrar en tres de estas escuelas.  

Desde la primera hasta la última función, fue una experiencia exhilarante.  

Darío, un joven con una sonrisa conquistadora, que está estudiando para ser maestro y que parece conocer a todos en la ciudad, fue asignado para ser mi guía.  En la primera escuela nos dieron el tercer, cuarto y quinto grados.  Preferían mantener un grupo pequeño para poder mantener el orden. Darío me ayudó en todo, incluso de sostener la valija de Felipe.  Les permití a los niños de la hilera delantera de acariciar a Perfume y Felipe cantó y relató la historia del ciego Bartimeo.  

La cocina estaba contigua al cuarto que estábamos usando, y aquí pueden ver a las cocineras asomándose para ver a Felipe.  

Les enseñé a cantar "He decidido seguir a Cristo".  También escribí en el pizarrón el versículo de Juan 8:12 "Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, más tendrá la luz de la vida." .  Lo leímos varias veces y luego comenzé a borrar palabras por palabra, leyéndolo todos en unison vez tras vez cada vez con más palabras borradas.  En 7 minutos ya se sabían el versículo de memoria, quedando muy pocas palabras en el pizarrón.  Luego hice que algunos voluntarios recitarlo totalmente de memoria y los demás aplaudieron.  

Luego les hablé de los dos reinos: el reino de luz y el reino de las tinieblas.  Les expliqué que Jesús es el Rey del reino de luz, y que si le seguimos a EL,  EL promete iluminar nuestras vidas.  Les advertí que estamos rodeados de personas que andan en oscuridad.  Estas personas tratarán de engañarlos y hacerles probar a escondidas drogas, a fumar, sexo, o bebidas alcohólicas.  El enemigo de nuestras almas nos quiere sumergir en la oscuridad.  Si seguimos a Jesús, caminaremos en la luz, porque EL nos da la Luz de la Vida.  Cantamos nuevamente "He decidido seguir a Cristo".  Cerré con una ferviente oración pidiendo que Dios ayudara que cada niño siga verdaderamente a Cristo.  

A medida algunos alumnos iban saliendo para afuera, un grupo de chicos nos rodeaban.  Les sacamos una foto juntamente conmigo.

Yo había dejado en el pizarrón unas pocas palabras del versículo, y mientras estaba ocupado en recibir abrazos, vi que una niña estaba escribiendo de memoria el versículo. 

Luego otra niña lo quiso borrar y escribió todo el versículo de memoria. lo escribió sin faltar palabra.  

Luego repetí la experiencia en las otras escuelas, ajustando la experiencia al grado escolar. 
El miércoles por la noche, se reunió un buen grupo en Miramar, a pesar de una inclemente tormenta.  

¡Y qué tremendo servicio  que tuvimos!  El Señor decidió romper el "frasco de alabastro" al derramar de Su Presencia.  ¡Oh, cuánto amo a Cristo!

Tuve que chapotear por unos 5 cm de agua bajo un tremendo aguacero que me dejó calado hasta los huesos hasta que pude cargar mis instrumentos y a Felipe dentro de mi coche. 

El jueves 9 octubre por la mañana, Darío y yo hicimos nuestro último acto en la escuela pública primaria.  

¡Qué atmósfera tan hermosa hubo en esta escuela!  Ellos enseñan inglés desde el primer grado.  

Les dije que si yo tuviera niños los mandaría a esa escuela.

Esa misma noche manejé como por una hora siguiendo la costa hacia el norte a una playa llamada Playa Serena, para ministrar en una pequeña iglesia en un humilde barrio. 

Juan Domingo y Teresa Romero, están plantando una iglesia aquí. Nuevamente estaba lloviendo a baldes.  Eran calles de tierra y no había más remedio que pasar por el barro.  Mi pequeño coche andaba a las patinadas para todos lados, pero al final me llevó a mi destino.  

En 1977 los Romeros  nos ayudaron a Frances y a mi en un suburbio de Buenos Aires, con un grupo de drogadictos.  Un esfuerzo que resultó en una nueva iglesia.  Desde entonces han tenido grandes cruzadas evangelísticas por diferentes partes del mundo (América, Europa y USA) y ahora están iniciando una nueva iglesia en un humilde barrio. ¡A uno no le queda más remedio de amar a esta clase de gente!   Edificaron un pequeño salón, y a pesar de la torrentosa lluvia y el barro, el saloncito se llenó a toda su capacidad.  

Hacía mucho frío y no había calefacción.  Varios pastores de los alrededores habían venido también con algunos de sus congregaciones.  ¡Oh, que servicio tan bendecido!

A la media noche estábamos reunidos el pastor y su esposa junto al calentito fuego de la chimenea de la casita de unos vecinos.  Lo pasamos gozando de una deliciosa cena de ravioles con carne mientras recordabamos benditos tiempos pasados y exploramos nuevos planes con los hermanos Romero.  Finalmente llegué a mi hotel a las 2 de la mañana.  Hoy viernes, manejé de regreso a "mi casa" (un pequeño departamento prestado) en Buenos Aires donde tengo programados seis eventos más para este fin de semana, incluyendo el lunes, que es feriado.  

Bueno, les he referido los eventos de solo dos días.  El martes, Dios mediante, salgo en viaje largo para iniciar mi gira al interior del país.


Rafael.