Mi devocional personal, viernes
1-9-15 Tumwater, Washington.
Génesis 23-24; Lucas 9
Escritura: Génesis 24:29-31
"Rebecca tenía un hermano que se
llamaba Labán. y sucedió que cuando él vió el anillos y los brazaletes
en las manos su hermana, y cuando oyó las palabras de su hermana Rebecca,
diciendo: Esto es lo que el hombre me dió. Labán fue al hombre; y
he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente. Y le dijo: Entra,
bendito del Señor. ¿Por qué estás fuera? Yo he preparado la casa y un
lugar para tus camellos."
Observación: De verdad que esta es una gran historia. Un sirviente
es enviado a una largo viaje para traerle una novia a Isaac. Dios lo guió
hacia Rebeca ... una dulce, hermosa adolescente quien, sin tener motivos
ulteriores, le ofrece a dar de beber a sus camellos. Regresa a su hogar
con lujosos brazaletes de oro puro y un anillo de oro para su nariz.
Tiene un hermano llamado Labán. Esta es la primera vez que él es
mencionado en la Biblia. Cuando ve los brillantes brazaletes de oro y
escucha la historia de Rebeca, salta y corre a encontrarse con el dador y le
invita a entrar. Muchos años más tarde
revela nuevamente su carácter cuando engaña varias veces a su sobrino Jacob por
ganancias materiales.
Aplicación: Ver brillar oro hace que muchas personas den un brinco...
aun algunos pastores. En un abrir y cerrar de ojos, saltan como Labán y
corren a la puerta para ver al que ha dado el donativo. "Entra,
siéntate, nos gustaste desde el momento en que te vimos.... (Y tu flamante
Cadillac afuera). Esta es precisamente la iglesia para ti."
¿Acaso salté yo para recibir a la familia que vive de estampillas del
gobierno para sostener la familia? El hermano Santiago tiene
unas palabras para el Pastor Labán, para tí y para mí. Santiago 2:1-4
"Hermanos,
no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con una actitud de
favoritismo. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con un
anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa
sucia, y dais atención especial al que lleva la ropa lujosa, y decís: Tú
siéntate en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o siéntate
junto a mi estrado: ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y
habéis venido a ser jueces con malos pensamientos?"
Oración: Bueno Señor, te agradezco que no soy como Labán o como otros
pastores de por allí, yo tengo motivos puros, no discrimino... yo... yo... ¿qué es lo que me dices, Señor,
que hay demasiados "YO's" en mis oraciones? Señor, Tú
conoces mi corazón mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Ayúdame a
someterme al escrutinio del Espíritu Santo y verme aplastado bajo el peso de mi
propia maldad, mi ego-centricidad, para pedir Tu perdón y Tu misericordia.
Cámbiame. Hazme ver a las personas de la misma manera que Tú las
ves, y sin consideración de su estado social, que les dé entrada a mi
vida como Tú les das la bienvenida con Tus brazos abiertos.
Amén
Rafael.