Saturday, January 24, 2015

Buenos Días, Dios


 Sábado, Enero 17, 2015 (En mi hogar)  
Lectura Bíblica:  Génesis 42-43        Salmo 5           Lucas 17

Escritura:  Salmo 5:3  "Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz: de mañana presentaré mi oración a Tí, y con ansias esperaré"  Salmo 5:7-8 Mas yo, por la abundancia de Tu misericordia entraré en Tu casa ; me postraré en Tu Santo templo con reverencia.  SEÑOR, guíame en Tu justicia por causa de mis enemigos; allana delante de mi Tu camino." 

Observación.  Tempranito cada mañana el Rey David hacía resonar su voz en los cielos.  Él hablaba con Dios .  Con la admiración más profunda David le adoraba.  Él presentaba sus peticiones ante Dios.  Luego esperaba expectante por la respuesta.  Esto es lo que llamamos orar con fe.  Allí él  esperaba que su fiel Dios respondiera.  Se daba cuenta que era el gran amor de su  Dios que le permitía a él, el privilegio de entrar en  la casa de su Creador y adorar en Su Templo... en Su Presencia.  Y todos los días buscaba la voluntad de Dios, la senda correcta, qué hacer y adónde tornarse.  Tenía plena consciencia que su única esperanza para una vida salvaguardada y con propósito era hallar la voluntad de Dios para el día de hoy.  

Aplicación:  ¿Acaso me permito yo estar tan atareado que no soy fiel en la oración?  ¿Están mis primeras palabras cada mañana dirigidas hacia el cielo?  Mi amada esposa ya está en el cielo.  A veces me dirijo a ella en cuanto salgo de la cama y le digo: "Buenos días".  Puedo estar muy seguro de que ella está pasando una mejor mañana que yo.  Por lo tanto, ¿con quién puedo hablar?  A veces hablo conmigo mismo... por lo menos en mi cabeza.  ¿Puede una temprana cita de negocios distraerme de mi comunión con mi Salvador?   ¿Pueden mis ocupaciones de la rutina diaria robar mi comunión con Dios?  En mi lectura diaria del Nuevo Testamento para hoy, Jesús habló estas poderosas palabras: "Todo el que procure preservar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la conservará." (Lucas 17:33-34). ¿Estoy tan aferrado a los negocios de esta vida que estoy en peligro de perder la vida que ÉL tiene preparada para mí? 

Oración: ¡Oh Señor, confieso que algunas mañanas he estado tan preocupado con algunas citas mañaneras que he fallado de hacer oír mi voz en los cielos.  Dame un corazón como el de David, un corazón dispuesto a reconocer que es solamente en razón de tu infalible amor que puedo entrar en Tu casa; y con la más profunda reverencia adorarte en Tu Templo .  Debo atesorar mi tiempo de comunión contigo, mi SEÑOR Y REY.    ¿Qué?   ¿Eres Tú el que está golpeando a la  puerta de mi corazón?   Debiera ser yo el que golpea a Tu puerta.  Ahora, aquí estás Tú, delante de mi puerta invitándome a compartir mi tiempo  contigo.  ¡Qué nunca esté demasiado ocupado como para no pasar tiempo contigo!  Que nunca esté tan apurado como para excluirte de mi vida... aunque sea por una sola hora!

Rafael.