Saturday, January 24, 2015

¡Sacadla! ¡Qué sea quemada!

Hoy comparto mi alma para compartir con ustedes mi diario personal:  

Jueves 1-15-15 (Modesto)
Lectura de hoy:  Gén.  37-39      Salmo 7     Lucas 15

Escritura:  Génesis 38:24-25  "Y sucedió como a los tres meses, informaron a Judá diciendo: Tu nuera Tamar ha fornicado, y he aquí ha quedado encinta a causa de las fornicaciones . Entonces Judá dijo:  Sacadla y que sea quemada.  Y sucedió que cuando la sacaban, ella envió a decir a su suegro: del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy encinta.  Y añadió: Te ruego que examines y veas de quién es este sello, este cordón y este báculo."  

Obsevación:  A Tamar se le había prometido casamiento con el hijo de Judá, Sela, pero más tarde Judá retiró su promesa, dejándola aparentemente avergonzada e incapaz de poder casarse con otro hombre de acuerdo a las costumbres de su tiempo y su cultura.  Por lo tanto ella fragua un plan.  Se viste como una prostituta con un  velo y se sienta a las puertas de la pequeña ciudad por la que su ex-suegro va a pasar.  Judá cae en la trampa y tiene relaciones con ella.  Ella consigue exitosamente ocultar su identidad e insiste que Judá le deje sus identificaciones personales: su anillo de sello, su cordón y su báculo que tenía en su mano, hasta que le envíe el cabrito que le había prometido.  Luego Judá envía a sus siervos con el cabrito prometido en pago, para recuperar su sello, su cordón y su báculo, pero todos los vecinos le dicen que esa ciudad no tenía ninguna prostituta.  Entonces Judá dice:  "Muy bien, quienquiera que ella sea que se quede con mi sello, mi cordón y mi báculo.  ¿Qué me importa?"  

Tres meses más tarde le llega la noticia a Judá que la chica Tamar que una vez le prometió a su hijo, pero que luego la defraudó, ya estaba embarazada por haberse prostituido.  Judá exclama: "Sacadla y sea quemada por este acto vil."  Mientras ellos la llevaban para ser quemada, ella muestra las prendas: el sello, el cordón y el báculo, diciendo que el dueño de esas prendas era el hombre del cual estaba encinta.  De pronto se descubre que Judá cayó en la trampa: él era tan culpable como ella!

Aplicación:  ¿Hay alguien que necesita un plot para una película?  Hay cantidad de ellos en el primer libro de la Biblia.  ¡Oh, cuán listos estamos para ver la culpa y el pecado en otras personas, y cuán ciegos a ver nuestras propias ofensas.  En pocas palabras Jesús fue al corazón del tema en Juan 8:7: "El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra."  

Oración:  Señor, ¿Por qué estoy tan dispuesto a juzgar cuando veo a otros ministros del evangelio atrapados en pecados sexuales o en fraudes monetarios y que dejan una sangrienta mancha sobre el evangelio de Jesucristo?  ¿Acaso soy yo tan perfecto como para ser juez?  ¿Acaso soy yo, al igual que Judá, muy dispuesto a mandar a otros a la hoguera?  Si Tú, Señor, abrieras mi cerebro delante de todo el mundo y harías ver cada pensamiento sucio y cada obra inicua, no me desplomaría y escondería avergonzado?  ¡Oh, cuánto te agradezco, Señor, por Tu poder purificador y Tus preciosas promesas!  Tú dices: "Venid ahora y razonemos -  dice el Señor-  aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán. "  (Isaías 1:18)  Por medio de Tu siervo Juan, Tú dices:  "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros .  Si confesamos nuestros pecados, ÉL el fiel y justo para perdonar los pecados y para limpiarnos de toda maldad.  Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a ÉL mentiroso y Su Palabra no está en nosotros"  (1.Juan 1:8-10).  Yo te alabo, mi Salvador.  Me he confesado a Tí solamente, y Tú me has perdonado.  Me has limpiado.  Has cubierto todo con Tu sangre, Tu preciosa sangre.  Hoy clamo por Tu sangre sobre todos mis pensamientos y acciones.  ¡Guárdame bajo la sangre!  ¡Protégeme!  Y que nunca traiga vergüenza sobre Tu Santo Nombre con malos pensamientos o acciones.  Yo confieso, soy solamente un pecador salvo por gracia.  Amén.

Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro.  Lucas 18:13-14

Rafael.